jueves, 1 de marzo de 2007

LA REGLA DE LOS 180º Y EL SALTO DE EJE

Una de las técnicas más básicas para directores y montadores de cine es la del eje de una escena. Para que lo comprendais qué mejor que poner un ejemplo:



Supongamos esta escena en la que abrimos con un plano general de ambos actores (cámara 1). La regla del eje viene a decir que los cortes aceptados desde esa toma 1 serán a los planos tomados por la cámara 2 y 3. Es el típico diálogo en un película. Cuando habla el de la izquierda se usa un plano de la cámara 3 y si es el de la derecha se usa un plano de la cámara 2.

Si utilizamos un plano de la cámara 4 se produce un salto de eje ( el eje es la linea de puntos que no debemos cruzar, teóricamente). Lo que vendría a ocurrir es que en el plano de la cámara 1 sabemos que pepita está a la izquierda y si de repente aparece un plano de la cámara 4 veremos a pepita a la derecha y el espectador sufrirá un salto no deseado. Lógicamente un Director en la planificación de una secuencia de este tipo no grabará nada desde la posición 4.

Esta regla se rompe si dentro de un mismo plano la cámara se desplaza detrás del eje y el espectador puede entenderlo.

Obviamente estamos ante un concepto teórico, en una escena básica. En determinadas películas hoy día incluso se rompe el eje conscientemente de una forma creativa o para llamar la atención.

Es algo curioso este tema pues es algo en lo que no te fijas cuando ves una peli. Fijaros en la próxima que veais, ya vereis que way. (te encantaa!!!).

Curiosamente he encontrado este corto finalista al concurso de notodofilmfest que se titula "tía, no te saltes el eje" que es una demostración clara de la ruptura de esta regla. Os recomiendo que lo veais para que comprobéis lo incómodo que resulta a la vista. (al acceder puede que os pida vuestro mail, ponedlo que no pasa nada)

VER " TIA NO TE SALTES EL EJE"

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“Para mí, la película perfecta es como si se desarrollara detrás de tus ojos y tus ojos la proyectasen, de modo que vieras lo que deseabas ver. El cine es como el pensamiento. Es el arte más cercano al proceso de pensar. Mira esa lámpara al otro lado de la habitación. Ahora mírame de nuevo a mí. ¿Ves lo que has hecho? Has parpadeado. Eso son cortes. Tras la primera mirada, sabes que no hay motivo para hacer continuadamente todo el recorrido entre la lámpara y yo, porque ya conoces lo que hay en medio” .